Reportajes por Mariu Montenegro

Entrevista al dúo: Binelli – Angeleri


Dos caras de la misma moneda: «Tango»

 Por: Mariu Montenegro
 Ft: Bárbara Gurvit

Invitados especialmente para inaugurar el ciclo de tango que propone El Molino una vez al mes,  el bandoneonista Daniel Binelli y el guitarrista César Angeleri explicaron en ésta breve entrevista las vicisitudes que atravesó el género hasta convertirse en una auténtica pasión que reúne multitudes por doquier. La precisión y la calidez de ambos hicieron que pudiera ver el tango a través de sus propios ojos, de sus propios instrumentos.

¿Cómo surgió la idea de crear “Tango Natural”?
Binelli:
 Esta idea surgió a raíz de una propuesta que tuve en Brasil para formar un dúo de bandoneón y guitarra promovido por una manager brasilera con la idea de debutar en la “Sala Meireles”, la sala más importante de Rio de Janeiro. A partir de ahí, empezamos a hacer una serie de trabajos juntos. Convoqué a César para integrar mi quinteto y desde hace  12 años mantenemos  esta relación musical, que es en primera instancia “humana” y  transitamos la vida a través de un diálogo musical llevando éste arte por las diferentes latitudes.
Respecto al repertorio, ¿bajo qué criterios seleccionaron los tangos que componen el disco?
Angeleri:
 La inclusión de ciertos temas tiene que ver con nuestra forma de tocar, de improvisar, porque en el tango no se improvisa mucho. Por eso “el maestro” (Daniel Binelli)  hace hincapié en tocar con la propia historia de cada uno. Uno empieza a tocar y el otro está en guardia y en el momento que siente preciso, responde con música. Es muy libre.
De modo que nunca son iguales las presentaciones que hacéis …
B- A:
 No, nunca.
B: Por eso se cuida mucho el ánimo. Estar de buen ánimo es crucial, uno tiene que estar muy bien, así las cosas salen mejor, pero, justamente por eso es a la vez muy arriesgado.
A:
 El repertorio que tenemos es prácticamente toda música de Astor Piazzolla, pero también solemos interpretar tangos tradicionales para romper un poquito.
Trabajáis juntos en el espectáculo “Tango Metrópolis”, ¿cómo vivís esa experiencia tan distinta del concepto de concierto convencional?
B:
 Allí tampoco todos los días son iguales. El quinteto de Tango Metrópolis compuesto por Cristian Zárate en piano, Bruno Cavallaro en violín, Martín Keledjian en contrabajo y César en la guitarra está siempre dispuesto a improvisar,  y eso es básicamente lo que le de vida al espectáculo.  Pero es cierto, Tango Metrópolis es otro concepto, más integrado y asociado con la imagen. Cuando estamos a dúo, la cosa va por otro lado, si a mí se me ocurre un acorde y él lo capta en el aire, vaya a saber Dios donde vamos a parar… Todo nace allí, es como un viaje, no es solo la música. Los papelitos tienen un valor pero hay otras cosas. La música se crea cuando está fuera del papel.
Se escucha con frecuencia que el tango está de moda, ¿es realmente así?
B:
 Si las cosas vuelven, es porque tienen un valor,¿ no?. El tango como el jazz es una música que está ligada a la vida, al amor, al desengaño, a la danza, al encuentro y también a la muerte, a la incógnita de la vida, a esos grandes silencios que a veces hacemos nosotros. El silencio también es música.
A: Si el tango se sostiene es por algo. La moda se fabrica, pero si produces música con el cuerpo, se sostiene por sí sola.
En la década del 80 el tango transitaba desde hacía varios años su decadencia. Pensaste que podía revertirse ese estado hasta el punto de que existan actualmente cientos de festivales de tango desparramados por los cinco continentes?
B:
 Creo que el hecho de que a mediados de los 80´apareciera el espectáculo Tango Argentino en Nueva York y que ésa ciudad, que es un centro que irradia imágenes a todo el mundo, lo aprobara, fue el puntapié inicial para que el tango comenzara  a girar por todo Europa, inclusive por Argentina. Ahí se gestó la idea de que el tango no solo se escucha, también se baila.
¿La emergencia de bandas que fusionaron el tango cooperó con esa expansión?
B:
 
Surgieron muchas alternativas, entre ellas la electrónica, que tiene una variable que deriva de la música disco. Hay muchas diferencias de estilos pero eso suma al tema de la danza, porque es una danza de encuentro. 
Intuyo que formar parte de la orquesta de Pugliese primero y de Piazzolla después determinó tu jeite tanguero, ¿eres consciente  qué cosas extrajiste de cada una?
B
:
Todas. Yo he vivido y vivo muy intensamente la música. Para mí cada ejecución es una entrega. 
¿A qué bandoneonista admiras?
B:
 Después de haber tocado con Piazzolla es muy difícil recomendar a alguien. Troilo es otro gran bandoneonista, ambos son además excelentes compositores.
César, tu eres de otra generación… ¿cómo fue que te acercaste al tango?
A:
 Yo vengo de familia de músicos, mi padre era guitarrista de folklore y de tango trabajaba en las radios acompañando cantantes y yo empecé con él. Primero me acerqué al folklore y luego con el tiempo comencé a interesarme por el tango.
¿Quién es tu referente en la guitarra?
A:
 Mi primer referente es mi padre y después, Roberto Grela porque marcó toda una época en el tango, tanto a nivel armónico como melódico. Antes estaban los guitarristas de Gardel que tocaban de una manera pero con Grela se empezó a tocar de otra. En la historia de la guitarra del tango me sobran los dedos de la mano para nombrar guitarristas que marcaron un estilo:Grela, Malvicino y De Lio.
¿Cuál es el ingrediente indispensable para tocar tango?
A
:
 Creo que es necesario haber transitado una cierta historia en la música.
B: Sí, es cierto. Si bien se pueden aprender algunas gestualidades, es mucho más que una gestualidad
A: Al tango lo empiezas a palpar realmente cuando te vas haciendo mayor.




María Eugenia Montenegro (Ritmos del Mundo)
Publicado en B!Ritmos (Barcelona, marzo 2011)