Reportajes por Mariu Montenegro

Entrevista a Acho Estol

ARTESANO DE CANCIONES
Por: Mariu Montenegro


Acho Estol, alma páter de La Chicana, es un artista talentoso y reflexivo que ahonda en cada pregunta; asiente, refuta, se va por las ramas (con fundamento) y entonces cuando yo ya ni recuerdo qué le había preguntado; él regresa al quid de la cuestión con un ramillete de saberes de esos que perfuman de por vida.


Seguirlo en sus vaivenes no ha sido difícil, lo complicado fue traducir sus viajes por los pasadizos del tango sin dejar nada en el tintero. De modo que si logro en esta entrevista esbozar al menos el perfil de uno de los músicos de la “nueva guardia” tanguera más reverenciados por los músicos más reverenciados de la Argentina, habré cumplido satisfactoriamente mi labor.

Fue un concepto o una necesidad la idea de plasmar la música de La Chicana en “Revolución o Picnic”, un disco doble?

Es una buena pregunta, porque fue las dos cosas. Fue una necesidad que se convirtió en un concepto rápidamente. Como productor me di cuenta que los dos últimos discos tienen el mismo tipo de selección de temas y este perfilaba muy parecido. Finalmente, si seguía en esa línea iba a ser más de lo mismo. Los temas más excéntricos siempre quedaban fuera y los más normales, los más exitosos eran los que quedaban dentro; así son “Tango Agazapado” y “Lejos”, que tienen ese collage en donde hay temas míos, ajenos, antiguos, temas tangueros, folklóricos, algo rockeros, algo académicos…Se juega mucho con esos colores, pero ya lo habíamos hecho. Caí en la cuenta de que si pretendía dejar adentro los temas raros, se armaban discos conceptuales. Ya sea tanto con los temas míos como con el disco de covers. Solo así iba a poder sacarme las ganas, que más allá de cómo está la industria discográfica, la idea era apostar al formato álbum en todo su esplendor. Nunca habíamos hecho un disco doble y me gustaba la idea de hacerlo por concepto, no porque sobraban temas. Este disco tiene dos partes; una parte es todo mi panorama de estos años y la otra parte es la de los covers, incluyendo temas que nos influyeron desde hace mucho tiempo y que nunca habíamos grabado, ni habíamos tocado porque no se correspondía los objetivos musicales de La Chicana. Antes nuestro criterio tenía que ver con el sonido del álbum, con qué matizaríamos dentro de los límites del tango. En éste nos propusimos simplemente hacer temas que nos gustaban a nosotros.

¿Existe un hilo conductor entre un disco y otro?

Sí, es cronológico, epocal. En los discos hay una tensión entre “Revolución” y “Picnic”. Todo el tiempo está el contraste entre la revolución, la política, la injusticia social, el cambiar el mundo; la impotencia frente a cambiarlo e inmediatamente el hedonismo. La despreocupación total, la ligereza, lo onírico, el olvidarse de todo y entregarse plenamente a un goce astral. El picnic tiene que ver con eso de la despreocupación total.

Tus canciones a veces parecen sueños, a veces cuentos, por momentos cortometrajes…Sueños hechos cuentos, cuentos hechos cortos, cortos hecho canción. ¿Qué hay de cierto en mi parecer?

Lo que has dicho es buenísimo porque para mí la canción es el medio más libre que hay para narrar. Tiene todas las ventajas de todo lo que acabas de nombrar para contar una historia. Yo no soy muy cultor pero por ejemplo, Spinetta de pronto escribe sin sentido y está jugando con la musicalidad de las palabras o con lo que disparan las palabras por libre asociación sin ninguna búsqueda consciente de discurso, esa amplitud absoluta y sinestésica que tiene la canción es increíble. Además de la música, dentro de la canción a mí me gusta mucho la parte instrumental. Todo lo instrumental es fundamental para transmitir tanto las ideas como lo emotivo, lo metonímico que uno quiere sugerir. Si se habla de algo triste, se pone un acorde triste. Siento que la canción es el medio más puro porque puedes contar cosas en idiomas que no puedes ni definir. No sabemos por qué la canción transmite una emoción, nadie puede explicar eso, entonces si puedes manipular ese misterio, puedes transmitir cualquier cosa. Creo que la canción es uno de los pocos misterios de la comunicación humana, por eso me dedico a esto.

Para un músico multifacético como tú, capaz de componer, arreglar, producir, tocar varios instrumentos, etc. ¿Cuál es la parte más tediosa en la hechura de la canción?

No, en la hechura de la canción no hay nada tedioso. A mí me gusta y me divierte mucho hacer canciones. No le dedico mucho tiempo, si llego a escribir 10 canciones decentes por año, tengo que estar muy contento. Después viene el proceso de maduración, tanto si va por el lado de la grabación como por el lado del vivo: hay que ensayarla, hacerla sonar. Como intérprete, yo no me siento tan intérprete, no soy adicto al escenario. Mi relación con la música pasa más por el lado del misterio de la creación…de por qué esa melodía la toque quien la toque, aunque hayan pasado 200 años transmite esas emociones. Como ocupación, creo que lo que yo hago bien es encontrar la canción. La relación entre el entre el texto y la melodía; entre el texto y la música en general, el ritmo, el swing, la actitud que tiene que tener. Si tiene que ser más popular, más espontánea o si tiene que tener arreglos que sean más prolijos y estrictos que deben tocarse con cierta rigurosidad académica. Todas estas cosas hacen que la flecha de la canción llegue a su objetivo con mayor precisión. Si la canción funciona,  la ejecución de la canción puede ser más o menos exitosa que no tiene que ver con la canción. A “Yesterday” la puede tocar un tipo que desafina en el bar de la esquina, que no deja de ser “Yesterday”. La canción es la canción; y a mí esa es la parte que más me gusta de la música, esa parte introspectiva que es puramente emotiva

 

Hace un par de años salió en España un disco titulado “Barrio Tango. La nueva generación del Nuevo Tango”. El cd compila una amplia muestra del tango actual: tango electrónico, fusionado con música balcánica, etc. y entre las variables, La Chicana. ¿Crees que el disco pretende sentar las bases de lo que podría considerarse “Los clásicos de la Guardia Nueva” o algo por el estilo?

Hay una gran diversidad del tango actual: desde tango humorístico con una guitarra, pasando por el más sofisticado tango instrumental contrapuntístico stravinskiano con unas orquestas que tocan unas cosas deformes post-Piazzolla, hasta lo mestizo como nosotros que jugamos con las fronteras del tango porque nos gusta que el tango esté relacionado con África, con el candombe. Gardel podía cantar tanto un fox-trot como un tango, pero creo que la parte del tango electrónico es otra cosa. Es otra música, no es una rama dentro de la diversidad del tango, es más bien una estafa semántica por llamarlo de alguna manera. No digo estafa en el sentido de música, si alguien quiere hacer esa música; si alguien quiere comprarla, me parece genial, pero la música electrónica no se toca con el tango. Si hay una música electrónica que tiene sonando un bandoneón me parece muy lindo, pero eso tiene que ver con la diversidad de la música electrónica, no con el tango.

Está la lírica del tango, la poesía, la identidad, la genética, el clima del tango…El tango no es trágico, triste, ni solemne, pero es serio. Es profundo. Cuando Discépolo se hace el gracioso está haciendo teología. Es una música revolucionaria, de crisis, de choque, de encuentro. Muchas veces el tango en Europa se asocia con Piazzolla y es tan injusto como lo del tango con la electrónica en un punto. Piazzolla es una rama, el tango electrónico es directamente otro árbol.



¿Qué tipo de público se acerca a escuchar La Chicana?

Es muy amplio y eso para nosotros es una satisfacción porque fuimos muy desprejuiciados, nunca nos propusimos responder ninguna demanda. Cuando empezamos no había muchos grupos de tango joven trabajando, luego aparecieron bandas periféricamente tangueras como Los Piojos o La Bersuit, que empezaron a mirar hacia el Rio de la Plata, pero desde adentro del tango, no existía mucha gente agitando.

Dolores (Solá) y yo nos conocimos en España. Éramos grandes fanáticos del flamenco nuevo: Ray Heredia, Ketama, Kiko VenenoLos Pata Negra… y estábamos muy entusiasmados con toda esa ebullición de una fuerza musical muy poderosa que tenía un fuerte lazo con la tradición. Con el paso del tiempo nos dimos cuenta que a los dos nos gustaba el tango, teóricamente hablando, y que en Argentina no se estaba generando nada nuevo porque estaba asociado con los “fachos”, con los viejos. Así fue como ensayamos un camino sin ninguna intención de éxito comercial. Fue un experimento artístico que fue funcionando y convocaba. Por un lado a nuestros pares, de modo que teníamos que ser informales, espontáneos, vestirnos como nos vestíamos nosotros. No podíamos “vestirnos de tango” porque queríamos convencerlos de que el tango valía la pena. Así fue que fuimos logrando una heterogeneidad maravillosa: desde tradicionalistas, hasta octogenarios que no les molesta que toquemos un rock & roll, pasando por jóvenes (más jóvenes que nosotros), niños, de todo un poco. Hoy en día si un pibe de 20 años te dice que “hace tango” no llama la atención. Es una satisfacción eso de ser cómplice de haber logrado un cambio cultural. Obviamente esto no es solo mérito nuestro: Juan Peralta, que fundó la Fernández Branca, hoy conocida como “La Fernández Fierro», el Tape Rubín, Juan Vattuone, Brian Chambouleyron, El Arranque, Altertango y algunos otros… Fuimos bichos raros.


Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿qué época del tango elegirías para vivir y qué intérprete te gustaría que cantara tus canciones?

Es obvio: Gardel. Me encanta Gardel, pero no existe una época en la cual me hubiera gustado existir a mí. Aunque si tuviera que elegir, quizá la época de Gardel; que además coincide con la revolución decariana. Los hermanos De Caro integraban una orquesta en la que empezaron a tocar contrapuntos, sofisticaron el tango, pasaron de lo que era el “tango a la parrilla”, informal, a un “tango más académico”. Francisco De Caro y Julio De Caro crearon un estilo.

¿Y la voz femenina que más te gusta?

Nelly Omar.

¿Revolución o Picnic?

Revolución.

Publicado en B! Ritmos. Barcelona, 2012- www.b-ritmos.com