Sábado a media noche. Subo los tres tramos de escalera y sonrío al escuchar la música que me ayuda a ascender con facilidad. Es la milonga de la Asociación Sociocultural Bellos Aires y parece que no cabe en el lugar ni media persona más. Veo a una de mis amigas y me acerco a saludarla pero se me adelanta un chico que la invita a bailar. Tengo la impresión que todo aquí es vertiginoso, alegre y cálido. Por algo es una de las milongas que más disfruto.
Inaugurada el primero de enero de 2011, esta milonga es, como dice su anfitrión, Antonio
Cristiano: “No algo planeado, sino una consecuencia de muchos cosas: el amor por el tango,
los cambios en las vidas de las personas que la iniciamos”. En sus inicios la milonga estaba a
cargo del mismo Antonio, de Rafael Romano, quien al poco tiempo se mudó a Alemania, y del
“Gato”, quien también se fue temporalmente de Barcelona por motivos de trabajo. La partida
de Rafael constituyó también la pérdida de la persona que pasaba la música, cuestión que se
resolvió invitando cada sábado a un DJ diferente.
“Esta milonga cada sábado se pone mejor” Me comenta, sin que yo le pregunte nada, uno de
los asistentes. “Venimos siempre, quitándonos de encima cualquier compromiso” Me dicen
Jordi y Fina, quienes viajan 52 kilómetros para asistir cada fin de semana. “Esta milonga es
acogedora y sus dueños siempre son muy amables”, declaran. Me acerco a una asistente a
quien nunca había visto antes y descubro que es de Milán. “En Milán se baila mucho tango”
me dice, “Y el nivel de baile que veo aquí me parece muy bueno”.
Esta noche hay música en vivo, el dueto Dos de Copas se presenta y los asistentes bailan
encantados bajo su hechizo. En otras ocasiones la milonga de la Asociación Sociocultural Bellos
Aires ha recibido la vista de bailarines de la talla de Pablo Inza y Soledad Larretapia, Lucas Gatti
y Daniela Demofonti. También ofrecen diferentes talleres en el horario previo a la milonga.
A mí me gusta porque ahí encuentro amigos y amigas, porque puedo ir vestida elegante y
clásica o absolutamente informal y siempre me encuentro cómoda. Me gusta porque muchas
noches me duelen los pies de tanto bailar y porque cada sábado me tiene reservada alguna
sorpresa agradable.
Carmen María Hergos
www.carmenmaria.info