Jorge y Paula son una combinación curiosa si no los conoces. Reúnen experiencia y disciplina con alegría y empatía. Aprendes a bailar como si estuvieses aprendiendo a leer, o escribir. Con el método de una academia y con la experiencia de alguien que en el tango está desde hace más de 25 años. Y de repente en unos meses, te encuentras en una pista bailando tango, como si llevaras años.