El destacado acordeonista de chamamé, Raúl Barboza interpreta “Que nadie sepa mi sufrir” un maravilloso valsecito compuesto por Ángel Cabral y Enrique Dizeo que reza versos desgarradores como: “Amor de mis amores, reina mía, qué me hiciste que no puedo consolarme sin poderte contemplar, ya que pagaste mal a mi cariño tan sincero, lo que conseguirás que no te nombre nunca más” y cuya melodía trascendiera las fronteras en la voz de la francesa Edith Piaf.