Omar Mollo.
Sábado, 23 de marzo de 2013
ND Ateneo
A escasos metros del emblemático Obelisco de la ciudad de Buenos Aires se encuentra el ND Ateneo, un antiguo cine porteño, hoy convertido en una magnífica sala que convoca distintos perfiles de artistas nacionales. La sala que el pasado año celebró su décimo aniversario, programó para el sábado 23 de marzo un doble concierto. A las 20:30; Omar Mollo y tres horas más tarde, Los Pericos. Tango y Reggae en una misma noche, digna muestra de la filosofía del local.
Es el primero de ellos el que aquí nos atañe. El show prometía la presentación de “Barrio Sur”, el último disco de Mollo y la participación de una orquesta invitada; nada más y ni nada menos que Astillero, formación que dirige el eximio pianista Julián Peralta, ex director de Orquesta Típica Fernández Fierro. Excelente propuesta, mucho material pero poco tiempo, pensé, porque pasaban los minutos y no había indicios de que la función fuera a empezar a la hora señalada. Es que cuando suele haber doble función, el primer artista no suele disponer de mucho tiempo para complacer con los bises. Pero éste no fue el caso. Solo comenzó media hora tarde, pero eso no influyó en la extensión del concierto ni, afortunadamente, en los bises.
Mollo presentó a Astillero y Astillero hizo lo www.atoledo.com suyo de una manera brillante en tan sólo cuatro piezas. Pareciera que el estilo musical que pregonaba Peralta con “la Fernández Fierro” estuviera ahora domesticado. Con Astillero hay una vuelta más. Es una formación de carácter fuerte también pero que a su vez tiene una sutileza superlativa que es la quintaesencia del tango. Compuesta por contrabajo, violoncello, violín, dos bandoneones y piano, dio muestra de elegancia y malevaje.
Volviendo a Mollo, decir que es el tanguero más heavy metal que ha existido jamás, no es poco. Y no tiene que ver solamente con el hecho de que el online australian casinos músico lideró durante varios años M. A. M, una de las bandas de rock pesado de la Argentina, que, entre paréntesis, integró su hermano Ricardo, ex Sumo, actual integrante de Divididos, no. Cuando digo heavy metal, no es un decir. Cuántos rockeros se han alineado en los últimos años a las filas del tango, como por ejemplo, Andrés Calamaro y su hermano Javier, Daniel Melingo, Andrés Ciro Martínez que coqueteó con el género y muchos otros que desde distintos lugares hacen y deshacen a piacere y ni se le acercan en la actitud. Cuando digo “heavy metal” hablo de continente y de contenido. Por continente, entiendo lo que se ve a primera vista, su estética. Una melena larga, anacrónica, que revolea al son de movimientos enérgicos y su vestimenta, de riguroso negro, camisa y pantalón -bien tanguero- pero con borcegos. Y por contenido me refiero a los todos recursos que contiene y despliega sobre el escenario. Omar es un gran front man, un tipo divertido que busca permanentemente complicidad con el público y con sus músicos. Y también a todo lo que pone en juego en el momento de cantar, de interpretar los todos tangos, los actuales y también aquellos compuestos por los bronces más celebres del género rioplatense. Y en ése sentido, cómo no mencionar su voz. Cuando Omar canta sucede algo milagroso. Por momentos pareciera que el espíritu de El Polaco (Roberto Goyeneche) se apoderara de él y en su decir el tango, sin ánimo de emular a nadie, (quizá sea éste su valor agregado) se filtra prácticamente todo aquello que encierra el tango desde sus tiempos remotos hasta nuestros días, honestamente y sin cliché. Por eso “Barrio Sur” plantea, desde una profunda autenticidad, toda esa mixtura y a su vez es la síntesis de Omar Mollo en su máximo esplendor.
María Eugenia Montenegro
Publicado en B! Ritmos.Marzo, 2013
www.b-ritmos.com