“La Foule” es una de las canciones más requeridas del repertorio de la francesa, Edith Piaf. La canción fue originalmente compuesta en 1936 por Ángel Cabral con letra de Enrique Dizeo, ambos argentinos, quienes la bautizaron «Que nadie sepa mi sufrir” pero la versión francófona fue escrita por Michel Rivgauche. Al parecer Piaf escuchó el valsecito en 1953 por Alberto Castillo, pero ordenó cambiar completamente la temática de la canción. La versión original narra la desdicha de un hombre que ha sido abandonado por su amante, mientras que “La foule” cuenta la angustia de una joven que conoce un hombre en medio de una multitud al cual pierde de inmediato.