Historias de tango

Maria Vera Palmes

Puedo decir que no fui yo quien busco al tango, él me busco a mi, hace algo mas de 6 años y por casualidad conoci al amor de mi vida , comencé a bailar tango con él, y de repente me di cuenta que no sabia si lo amaba a él por el tango o amaba al tango por él , baile muchas veces entre sus brazos viajamos hasta buenos aires y sentir el tango entre sus brazos y en pleno buenos aires fue una experiencia increíble , inolvidable, jamas ni antes ni después he sentido lo que sentí al bailar con el mi primera milonga con una orquesta en directo , nunca encontrare palabras para describir lo sentido, aquella milonga en el barrio de san telmo que se hacia llamar bendita milonga, aquel piso de madera vieja y el ambiente , y yo entre sus brazos , no pude ser mas feliz , pero como cualquier tango por cosas de la vida mi amor se alejo de mi vida, después de vivir cosas que dejan mucha huella , una huella difícil de olvidar, mas que por lo bueno por lo malo que en esta relación acontecio, pero el desengaño amoroso no hizo que dejara de bailar tango, y a pesar que es y ha sido mi mejor via de escape para sobrellevar este avatar de la vida , cada tango que bailo me lo recuerda y en estos momentos cada vez que piso una pista de baile y siento los brazos del bailarin de turno siento una relación de amor odio con mi querido tango que no se como explicar, amor por todas las cosas lindas que he vivido con él y odio por todo lo que me recuerda que ya nunca mas estare entre sus brazos , asi y todo el tango que se ha convertido en ese refugio que necesito para seguir adelante , que cosas que fuerza tiene el tango que te arrastra a bailarlo aun sintiendo morir a cada paso en cada estrofa donde no lo encuentro , y a la vez me hace sentir tan inmensamente feliz al pensar que por medio de él siempre vivirá en mi el amor que hasta aquí me trajo, y que me ha convertido en Malena